En el artículo anterior os explicaba la ruta que hicimos atravesando los Cárpatos ucranianos en tren, una experiencia que me gustó mucho. Hoy toca hablar de cómo fue la aventura en sí, explicándoos 10 cosas que debes saber antes de viajar en la tercera clase de los trenes ucranianos. 

En la Europa más Occidental, entiéndase Alemania, España o bien Reino Unido, es común que los trenes tengan dos clases: una preferente y una turista. En el este de Europa, esencialmente los países que formaban parte de la URSS, el sistema de clases es diferente. Existe una primera clase (SV), una clase intermedia (kupe) y una tercera clase (platzkart). Otro aspecto interesante que es diferente en Europa del este, es lo poco comunes que son los trenes de cercanías, siendo los trenes dormitorio los que operan una gran mayoría de los trayectos. Es en esos trenes dormitorio donde podemos encontrar una de las mejores y más baratas formas de viajar que he probado: la tercera clase de los trenes ucranianos. 

Los vagones de tercera clase consisten en compartimentos abiertos de seis camas, en un vagón que ronda las cincuenta, por lo que, en comparación con SV y kupe, el platzkart es quizás menos privado y cómodo, ya que los anteriores son compartimentos cerrados. Sin embargo, para el mochilero u todo aquel que esté dispuesto a sacrificar privacidad y comodidad en pro de el ahorro y una cercanía mayor con los locales, el platzkart es una bendición. 

CADA VAGÓN TIENE UN ENCARGADO

Cuando digo que son trenes chapados a la antigua, es porque lo son. Cada vagón tiene un encargado, con su uniforme y su gorra de revisor, que se encarga de abrir / cerrar puertas y ayudarte en todo lo que necesites. Por experiencia os digo que no suelen ser anglófonos, ya que acostumbran a ser personas adultas o mayores. Al principio pueden parecer hasta intimidantes y bordes, pero todo es ganarse su confianza. El encargado del vagón tiene su propio compartimento con cama al principio de todo. 

LOS TRAYECTOS SUELEN SER LARGOS

La velocidad no es precisamente algo que caracterice a los trenes ucranianos. Teniendo en cuenta que son trenes que a veces superan los 10 vagones, que tienen más de treinta años de antigüedad y, que se paran unos diez minutos en cada estación (media hora aprox. si son ciudades grandes), tienes que asumir que van a ser viajes largos. Ucrania, por suerte, es un país muy llano y el factor relieve no influye mucho, pero podéis estar viajando noches e incluso días enteros cuando cubrís grandes distancias. Otro aspecto curioso es que los trenes a veces hacen rutas poco eficientes, desviándose hacia ciudades que quizás por lógica no deberían estar en un trayecto, lo que vienen a ser vueltas tontas. 

tren ucraniano parado en los cárpatos

Nuestro tren parado en una estación de los Cárpatos

LAS SÁBANAS TE LAS DA EL ENCARGADO DE VAGÓN

Cuando entréis en el tren os dirán qué literas tenéis (ya lo pone en el billete, si os fijáis bien) y lo más probable es que no estén las sábanas en las literas. Cuando el tren arranca lo más común es que el encargado del vagón las reparta entre los recién llegados. El kit constituye en un cubrecama, una sábana para cubrirte y una toalla. Cuando os bajéis tenéis que dejarlo en el compartimento del encargado del vagón. Si sois muy frioleros hay muchas mantas en los compartimentos superiores. 

sábanas de la tercera clase de los trenes ucranianos

El kit sabanil del platzkart

COMPARTIR VODKA CON TUS COMPIS DE VAGÓN ES UNA BUENA IDEA

Socializar con tus vecionos de litera es más fácil de lo que te puedes imaginar. Las distancias culturales no son tan exacerbadas cuando llevas cinco chupitos en el cuerpo, eso os lo digo por experiencia. El platzkart es la mejor manera de socializar, ya que te condena de una cierta forma a acabar hablando con tus vecinos, y qué mejor que algún elixir alcohólico para romper el hielo. 

personas en un vagón de tercera clase de un tren ucraniano

Nuestros somnolientos compañeros de viaje

HAY AGUA CALIENTE 

Para aquellos amantes de las infusiones (bebida muy típica en el este de Europa), de los cafés o por qué no, los fideos instantáneos, existe un surtidor de agua hirviendo al final de los vagones. En el caso de los trenes ucranianos, el platzkart no estaba provisto de este, pero con ir al vagón contiguo (kupe) ya valía. Casi todas las veces que he viajado en platzkart me he encontrado un samovar (surtidor de agua caliente típico de Rusia), exceptuando en Ucrania.  

SE PUEDE FUMAR ENTRE LOS VAGONES

Un buen lugar para huir del calor abrasador de los vagones y para estirar las piernas son los pequeños compartimentos que hay justo antes de cambiar de vagón. Allí te encontrarás a todo tipo de personas fumando sus cigarros mientras reducen su mono, acrecentado por la cantidad de horas de tren que llevan encima. 

pequeño compartimento entre vagones de tercera clase en ucrania

El pequeño compartimento que hay a la entrada de cada vagón

NO ES COMÚN QUE TE ROBEN

Uno de los temas que más me inquietaba antes de viajar en el platzkart era el despreocuparme de mis posesiones mientras me dormía. En las literas inferiores existen compartimentos para las maletas, por lo que si estás durmiendo encima es imposible que te roben. Si duermes en una litera superior, tienes un compartimento arriba para dejar las cosas y una pequeña red donde dejar lo que no quieres guardar. Además, debo añadir que en el este de Europa los robos no son tan comunes como se suele pensar y, además, la gente que frecuenta el platzkart suelen ser familias, gente mayor o jóvenes que viajan para ir a estudiar a otras ciudades. 

LA CALEFACCIÓN SUELE ESTAR MUY ALTA

Al ser trenes tan antiguos, los sistemas de calefacción a veces pierden regulación, por lo que puede que esta sea algo exagerada. Ya puede estar helando en el exterior, que es probable que dentro del tren estés sudando, por lo que aprovechar las paradas del tren para refrescarse no es una mala idea. Si viajáis en verano es probable que el aire acondicionado no sea suficientemente fuerte, también os lo digo por experiencia. 

alfombra de la tercera clase de un tren ucraniano

Fuera la temperatura era gélida y en el interior, con pantalones largos, estaba sudando

EVITA LOS BAÑOS

No soporto los baños públicos. A ver, también es cierto que tampoco podemos esperar mucho de un baño de tercera clase, al que se le aplican pocas medidas higiénicas. Pensad que en un vagón de cincuenta personas con probablemente un solo baño, poco se puede hacer para que esté limpio, ya que según entiendo la limpieza se lleva a cabo al principio y al final del trayecto. No os voy a engañar, los baños del platzkart están asquerosos y huelen realmente mal

baños de la tercera clase de los trenes ucranianos

El infame baño de la tercera clase

MIRAR POR LA VENTANA ES EL MEJOR ENTRETENIMIENTO

Cuando estás tantas horas en un tren, sin wifi (olvidaos del wifi) ni enchufes, quizás debáis darle una oportunidad a lo que se ve por la ventana. El paisaje en Ucrania es generalmente como los colores de la bandera: amarillo de los campos de trigo y azul del cielo. También es común ver alguna fábrica o diferentes pueblecitos. Sin embargo, si hacéis una ruta como la que hicimos nosotros por los Cárpatos, el paisaje se vuelve montañoso y verde, con incluso algunas trazas de nieve. Cada pueblo pequeño en el que se paraba el tren era una oportunidad para ver la vida ucraniana más de cerca. 

ventana de la tercera clase de los trenes ucranianos

Una cementera (o algo similar) en los alrededores de una ciudad

monasterio en los Cárpatos ucranianos

Uno de los muchos monasterios ortodoxos que nos encontramos por el camino

pueblecito de los cárpatos ucranianos

Mercadillo en un pueblecito de los Cárpatos 

Como habéis visto, viajar en el platzkart de los trenes ucranianos es una verdadera aventura. Si bien es cierto que viajar en tercera clase no es lo más comodo que hay, a mi parecer, las ventajas en términos de experiencia son mucho mayores. Por mi parte ya me estoy muriendo de ganas de volver a meterme en un viaje en platzkart. ¿Quizás el Transiberiano?

Recuerda: los billetes para viajar en el platzkart los puedes comprar online de manera sencilla en la web de los ferrocarriles ucranianos. 

Nos vemos en el próximo post. Como siempre: ¡Muchas gracias por leerme! 🙂